martes, 3 de noviembre de 2009

A MI AMIGO MASTAY

“Yo moriré poeta”, nos dijiste
hace sólo unos días. Sutilmente
anunciaste tu adiós, graciosamente,
por ser esa la forma que elegiste.

En tu vida de vate tu esculpiste
y visitaste auroras en tu mente,
reserva siempre viva que, conciente,
amalgamaba verbos. Y supiste

en ellos encontrarnos y encontrarte.
Por eso tus amigos y tu arte,
seguirán los senderos de lo eterno

junto a la paz de aquel, tu Almafuerte,
que seguro rióse ante tu muerte
y planeó compartir el nuevo invierno.

Del libro “Viejos Sabores para no claudicar”

Laura Beatriz Chiesa
labechiesa@yahoo.com.ar

2 comentarios:

Marta Julia Ravizzi dijo...

Laura, amiga, que honor que alguién nos recurde de esa forma. No me cabe duda, que si así lo escribiste, fue porque lo merecía.
El soneto exelente!!!
Marta Julia Ravizzi

Silvia Loustau dijo...

Gracias por el poema,Laura, como siempre excelente...y por los recuerdos que me trajuste de La Plata, ciudad que amo,


Silvia Loustau